Las rendijas de la persiana
la luz movediza de los carros
que auscultan la noche.
Ráfagas que cruzan la pared
como ramalazos súbitos
Pienso en esos acaudalados
que un día desertan de sus negocios
y desaparecen del mapa
en esos buscadores
que un día se internan en la selva
y se quedan allí para siempre
Pienso en Rimbaud renunciando a la poesía
y viajando a Somalia
para dedicarse al tráfico de armas
Ahora los destellos de luz
se estrellan en mi cogote
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